*

viernes, 6 de noviembre de 2020

Teoría del Apego de Bowlby

💡 La trilogía del #Attachment and #Loss, (Apego Y Pérdida) publicada en 1969 por #Bolwlby donde desarrolla la teoría de que el #Apego es una conducta instintiva, activada y modulada en la interacción con figuras específicas a lo largo del tiempo.

👉La conducta de apego se forma en los niños (y otros animales) durante el primer año de vida, y puede ser observada de forma bastante típica a lo largo del segundo año. 

Durante la adolescencia y la vida de adulto ocurren diversos cambios en la conducta de apego, incluidas las personas a las que este tipo de conducta se dirige, pero la conducta en sí permanece activa a lo largo de toda la vida del individuo (Bowlby, 1980, 1982).

#Bowlby define el #apego como un #sistema de #control, es decir, un #mecanismo que #adapta la conducta a la #consecución de #fines determinados por las #necesidades del #momento. Este término,tomado prestado de la Etología, se refiere a conductas prefijadas -tiene algunas connotaciones del término instinto- y organizadas de tal forma que funcionan como programas de un ordenador.
 
👉Dentro de un sistema de conducta algunas de ellas son concurrentes con otras, otras alternativas. Así, el deseo del niño de proximidad o contacto con la figura de apego no es constante, sino que depende de factores tanto endógenos como exógenos (miedo del niño, o percepción de situaciones potencialmente peligrosas).

Si el niño se siente amenazado, buscará la seguridad que le brinda la proximidad de su figura de apego; si no, se dedicará a explorar el ambiente.

A partir del nacimiento, los niños desarrollan rápidamente una amplia gama de #habilidades #motoras, #cognitivas y de #comunicación (desarrollo del lenguaje), así como la #habilidad de #experimentar, #expresar y #modular diferentes #emociones y #sentimientos.

💡 Conforme las personas avanzan hacia el estado adulto, estas habilidades sociales son esenciales para la formación de amistades duraderas, relaciones íntimas interpersonales satisfactorias, el ejercicio de una parentalidad adecuada y la habilidad para mantener un empleo, ser capaz de trabajar junto con otras personas o integrarse, de manera productiva, en la comunidad.

Según la teoría del apego (Bowlby, 1988), las representaciones cognitivo – afectivas de uno mismo y los demás en contextos relacionales, las expectativas sobre las relaciones sociales,  así como las emociones experimentadas en ese contexto están basadas, en parte, en representaciones de experiencias relacionales que ocurrieron en el pasado. 

👉El estilo de apego refleja una estrategia para organizar y regular las emociones y las cogniciones sobre uno mismo y los otros.

 Las personas con un #estilo #seguro tienen típicamente acceso a emociones y memorias tanto positivas como negativas sobre las relaciones, y por tanto, el nivel de distorsión de la experiencia real es pequeño. Además, las representaciones sobre uno mismo y los otros tienden a ser positivas. 

Por el contrario, las personas con un estilo de #apego #inseguro – desvalorizador tienen una experiencia típica de sus
figuras de apego como inaccesibles, y han adoptado una estrategia de “desactivacion” del sistema de apego (Carvallo y Gabriel, 2006) como forma de minimizar sus necesidades de apego y afiliación. 
Las personas con un estilo inseguro – preocupado han experimentado, de una forma típica, una asequibilidad impredecible de las figuras de apego, debido a lo cual, han adoptado una estrategia basada en la “híperactivación” del sistema de apego (Cassidy y Berlin, 1994).

Esta estrategia se basa en la hipervigilancia, puesto que la accesibilidad inconsistente que caracteriza a sus figuras de apego hace necesario que la persona procure tenerlas permanentemente bajo control.

Autores como #Bartholomew y #Horowitz (1991) propusieron una categorización cuatripartita de los estilos de apego en adultos: apego seguro, preocupado y, entre aquellos que evitan la intimidad y desactivan el sistema de apego como una forma de defensa, distinguieron entre apego desvalorizador y temeroso. 
Ambos evitan la intimidad con los otros y desactivan sus sistemas de apego, pero lo hacen por diferentes razones y utilizando medios diferentes (Bartholomew,1990; ver Yárnoz-Yaben 2008a).

Actualmente, es algo totalmente admitido por los autores que trabajan en el campo del apego adulto que los diferentes estilos y prototipos de apego pueden ser alineados a lo largo de un continuo de dos dimensiones conceptuales, que los investigadores han bautizado como ansiedad y evitación. 

La primera dimensión, Ansiedad, se refiere a variaciones individuales respecto al nivel en que las personas se muestran hipervigilantes en temas relacionados con el
apego. 
Una persona alta en la dimensión de ansiedadse mostrará preocupada, por ejemplo, sobre la posibilidad de que su figura de apegono responda adecuadamente a sus necesidades, mientras que una persona menos ansiosa se sentirá relativamente segura sobre cuestiones relacionadas con el apego. 

La segunda dimensión, evitación, se refiere a la tendencia a usar estrategias de evitación versus estrategias de búsqueda
de proximidad para regular las conductas, pensamientos y sentimientos relacionados con el apego. 
Las personas situadas en el extremo alto de este constructo tienden a desconectar de sus relaciones interpersonales, mientras que las personas situadas en el extremo bajo de la dimensión se sienten cómodas abriéndose a los demás y confiando en ellos como base segura.
Los estilos de apego pueden ser vistos como combinaciones lineares de estas dos dimensiones (Yárnoz-Yaben, 2008a). Por ejemplo, una persona prototípicamente preocupada se muestra atenta a cuestiones relacionadas con el ape-go (es decir, se sitúa en la parte alta de la dimensión ansiedad) y no utiliza estrategias evitantes para regular sus comportamientos y sentimientos
(es decir, puntúa bajo en la dimensión evitación);  una persona prototípicamente temerosa, se muestra relativamente atenta a cuestiones relacionadas con el apego (es decir, se sitúa en la parte alta de la dimensión ansiedad) y utiliza de manera típica estrategias evitantes para regular sus comportamientos y sentimientos (es decir, puntúa alto en la dimensión evitación).

Por el contrario, una persona prototípicamente desvalorizadora también emplea estrategias evitantes, pero está menos atenta a cuestiones relacionadas con el apego (es decir, se situaría en la parte baja de la dimensión ansiedad). 
Una persona prototípicamente segura puntuaría bajo en ambas dimensiones.

A pesar de que desde sus primeros trabajos, Bowlby mantuvo que el apego era un aspecto fundamental en las relaciones interpersonales que se mantenía de la cuna a la tumba (Bowlby,1982), justo es reconocer que durante mucho tiempo la Teoría del Apego fue considerada como una teoría cuyo objetivo fundamental era la comprensión de la dinámica infantil.
 Hoy endía, se considera sin ninguna duda que tanto en los niños, como en los adultos, los estilos de apego reflejan la percepción que tiene la persona sobre la accesibilidad y la capacidad de respuesta de la figura de apego, así como de otros aspectos complementarios del self dentro del
modelo operativo interno del apego (Bowlby, 1988). 
Por ejemplo, su capacidad para atraer la atención del otro, o si es merecedor (o no) de dicha atención (Yárnoz-Yaben, 2008b).
Para evaluar el apego, en niños y en adultos, y una panorámica de las diferentes técnicas empleadas para evaluarlo: técnicas de observación, técnicas que utilizan narrativas, así como cuestionarios de autoinforme y técnicas proyectivas. 

#TeoríadelApego #EMDR #Bowlby #Psicología #psicoterapia #TécnicasProyectivas